El Principal fracaso de todo emprendedor / 2021


En nuestra experiencia trabajando con todos los emprendedores en distintas partes del país, hemos notado diferentes factores que afecta directamente a los emprendedores al momento de iniciar su empresa o al solo tener una idea. Muchas veces la falta de conocimiento o de capacitación lleva a muchas personas a desorientarse y tomar decisiones o no tomar ninguna, viendo resultados nada favorables en su reto de emprendimiento.

Por otra parte, muchas personas que ya están enrumbados en este camino muchas veces bastante hostil, esperan ver resultados a corto plazo, cuando no perciben que esta carrera es de siempre, y los resultados muchas veces no se pueden contabilizar monetariamente, en los dos primeros años de formada una empresa se deberían de esperar resultados basados en el valor, en la confianza, en el posicionamiento más que en temas contables.

Sea que estés iniciando o en proceso del ciclo de vida de tu empresa, tienes que tener en cuenta algunos obstáculos tanto mentales como circunstanciales que podrían de alguna manera afectarte, mas que el ambiente y las circunstancias existe el poder de voluntad, aquí te mostramos algunos puntos a considerar, han sido recolectados de diferentes medios que nos podrían ayudar a todos nosotros a tener una perspectiva anticipada de las cosas.

El desafío de la comercialización

Uno de los retos principales será la comercialización de un producto o servicio, ya que con la virtualización podría ser un poco más complicado. Por ejemplo, si el emprendedor cuenta con una empresa de servicios y requiere reunirse con los clientes por videollamada, se aconseja mantener siempre la cámara encendida, ya sea que el potencial comprador también lo haga o no.

Mostrarse frente a la cámara generará más confianza. En la medida de lo posible, se podría solicitar una reunión presencial, recuerda siempre mantener el distanciamiento social y los protocolos de bioseguridad.

El reto de la venta

Otros de los desafíos que deberán afrontar los emprendedores es en la venta. Las personas no les gusta que se les venda y que de frente se le muestre un producto. Por esa razón, se sugiere conocer primero las necesidades de la otra persona, para que el producto o servicio que se le ofrezca ayude mitigar este problema. Si no lo tiene claro y le ofrece una solución forzada, quedará mal. Es importante tomar en cuenta que, ante la crisis generada por la pandemia, las personas son más selectivas y exigentes al escoger proveedores.

El desafío del valor diferencial

Es fundamental que el emprendedor sepa qué lo hace distinto y en qué es el mejor respecto al mercado. No necesita tener algo totalmente disruptivo, pero su negocio tiene que tener una propuesta de valor difícil de imitar; es decir, con varias barreras de entrada. Así cuando ingresen los competidores, el emprendedor estará tres pasos adelante con un servicio o producto potenciado. Ante ello, debe preguntarse ¿Qué lo hace diferente de otros? y siempre mantenerse atento y dispuesto a mejorar lo que ofrece: hay que recordar que las necesidades de las personas están cambiando constantemente.

El reto de mantener la conexión con el equipo de trabajo

Aún hay personas que siguen trabajando de forma remota, por lo que se ha perdido la parte de compartir tiempo entre compañeros, de conversar y festejar momentos como cumpleaños, aniversarios, etc. Es necesario mantener la comunicación y no solo sobre temas laborales, sino saber cómo se sienten anímicamente, conocer cómo está su familia o conocer acerca de otros temas. Por ejemplo, para sostener este vínculo se podría realizar un after office virtual para comentar sobre temas ajenos al trabajo y así poder socializar.

Los desafíos que deberán afrontar los emprendedores deben verse con paciencia y buen humor, y sobre todo poner en práctica lo aprendido durante este tiempo.

Miedo al fracaso

En nuestro país, el 30% de mujeres siente miedo de fracasar al momento de iniciar un emprendimiento, dado que se vive en una sociedad muy conservadora, lo cual genera desconfianza para arriesgarse a tomar esta decisión y en ocasiones pueden preferir trabajar para una empresa sin tener la oportunidad de experimentar la aventura de realizar un emprendimiento propio.

Familia

Las mujeres trabajan a la semana nueve horas más que los hombres en tareas no remuneradas, que son justamente las tareas del hogar, asignando más tiempo a ello. Asimismo, ser madres es uno de los factores que interrumpe el desarrollo laboral, porque dejan el trabajo para atender a la familia.

Financiamiento

En países en vías de desarrollo como el Perú, las mujeres tienen 20% menos de probabilidades que los hombres de abrir una cuenta en una institución financiera y un 17% menos de solicitar un crédito.

Esto se evidencia más en zonas rurales donde no se tiene acceso a servicios financieros, lo cual limita la posibilidad de emprender. A ello se suma que requieren la aprobación por parte del esposo para poder acceder o solicitar algún préstamo bancario.

Problemas para acceder a redes y mercados

Un aspecto importante para considerar es la escasa red de contactos, pues es común que las mujeres emprendedoras opten por recurrir a sus familiares o amigos más cercanos, pero es una red pequeña y muy limitada. Para estos casos es recomendable desarrollar el networking, conversar con actores del ecosistema que les puedan brindar recomendaciones de alto valor asistiendo a eventos o conferencias que puede permitir ampliar y mejorar su propia red de contactos.

Falta de inspiración

Las mujeres emprendedoras necesitan inspirarse, conocer otros casos de emprendimientos que les puedan servir de ejemplo y sean modelos para seguir o referentes de adónde quieren llegar. Esto las ayudará a motivarse y no desistir en el camino.

Asimismo, es preferible que reciban mentorías y puedan desarrollar las habilidades blandas, que son componentes básicos que toda mujer emprendedora no puede dejar pasar.




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